- Una vela, de preferencia que huela rico
- Alguna planta o flor
- Amuleto que últimamente confías
- Cuarzo
- Luna, la que te sienta mejor
- Agua, mejor si es tu termo, para que se llene de energía
Si hay luz de luna es mejor, sino la luz que te acompañe, aquella en la que lees la novela que está costando comenzar o los tuits que guardaste para leer antes de dormir.
Prende la vela, cierra los ojos y piensa en ti, mírate, no importa si estás feliz o triste, lo que importa es que te veas tal cual eres. Trata de recordar aquello que te hace sonreír y por lo que has llorado.
Junta el cuarzo, la planta y tu amuleto, muy juntitos, que la energía entre ellos se mezcle.
A la mañana siguiente toma agua, pon la planta en tu jarrón favorito, el amuleto cerca de tu cama y el cuarzo mantenlo cerca tuyo.
Leemos que el amor propio es hacer ejercicio, comer rico, cuidarse la cara, sentirse y verse bonita; pero a veces no podemos y no queremos y necesitamos un empujón, que venga de una misma.
Este ritual fue un invento de una noche de luna llena de casi primavera, los ingredientes cambian de acuerdo a cada mujer y a cada situación, pero la intención del amor propio es lo que cuenta.
Con cariño para mi tía Tere.