Tengo manías como no repetir aretes, zapatos ni color de ropa, dos días seguidos.
Si uso anillos, tienen que estar en equilibrio, es decir, en los mismos dedos de ambas manos.
La pluma azul hecha de botellas recicladas es un capricho post-maestría. Entraré en crisis cuando la descontinúen.
Si me levanto muy temprano para escribir un ensayo o un texto que quiero que salga lindo, tomo café en mi taza roja; las otras las uso para leer, trabajar de noche y disfrutar del domingo.
Esta taza llegó en momentos de tesis, trabajos y de no saber otro camino más que el de la biblioteca, y si pudiera la llevaría conmigo a todos lados, pero no, porque siento que se le podría acabar su poder supersticioso de escribir claro y bonito.